Dentro no, ¡Que somos hermanos!
No eran hermanos en realidad, solo hermanastros. Pero se conocían tantos años que aquello fue algo extraño para ambos. El chico fue a recogerla de clase en su coche como tantas otras veces, pero aquél día fue diferente, ella estaba caliente y pronto se lo dejó ver. Empezó a besarle en los labios mientras el chico se apartaba, aquello era raro. Pero lo cierto es que le había puesto cachondo al instante y le abrió la mente a la posibilidad de follársela.
La putita le tocaba el paquete, y ambos estaban tan calientes que solo deseaban llegar a casa y tener la suerte de que no hubiera nadie. Así fue, estaban solos, por lo que fueron rápidamente a la cama y allí se desnudaron mientras se besaban. Ella le comió la polla un rato hasta que se abrió de piernas esperando que se la metiera, estaba muy caliente. La penetró por supuesto, y se la folló como nunca antes se la había follado nadie. Pero al final el chico tenía pensado correrse dentro y ella se dio cuenta, fue entonces cuando le dijo que no lo hiciera, el riesgo era alto y no era apropiado dado su relación familiar. Así que sacó su polla y se corrió sobre su peludo coño rubio.