Duerme plácidamente después de una follada anal
Acostada en su cama espera a su macho. Ella no tiene reloj para ver la hora y mucho menos siente ansiedad de saber en qué momento llegar. Ella tiene la seguridad que eso pasara y solo se relaja mientras pasa. Y no puede estar más en lo correcto, ya que el tío llega metiéndole las manos entre las piernas. No hacía falta, pero ella agradece el gesto de revisar que tan mojado esta su coño. Luego que empieza la faena, ella no tiene que hacer nada. Solo dejar que él penetre su coño todo lo que quiera hasta que esté listo para la puerta trasera. Luego ella duerme plácidamente después de una follada anal.