El plomero se sorprende cuando la zorra agarra su polla
Llega a la casa y va directamente al lugar donde tiene que hacer el trabajo. Es lo que le exige la empresa ya que entablar conversación o alargar la estadía, podría poner incomodo al cliente. Solo que esta vez seria completamente diferente y el protocolo a seguir, no iba a cambiar en nada el resultado de los eventos. Y es cuando el plomero se sorprende cuando la zorra agarra su polla. Imagina que la soledad la podía poner cachonda pero jamás al punto de querer follar con él. Y como tiene que hacer lo que tiene que hacer, luego de una mamada, pudo a gozar su coño.