Hoy te voy a enseñar a follar con una mujer
Eran hermanos, pero tenían tanta confianza que a veces sin pretenderlo se entendían aspectos sexuales. Compartían mucho tiempo, ya que solían estar demasiado en casa. También solían confiarse secretos y otras cosas que hacen los hermanos que tienen tanta confianza. En aquella ocasión ella fue a verle a su habitación, ya que el chico estaba aun despierto.
Le dijo que había aprendido un movimiento nuevo en el gimnasio y que era capaz de mover sus pechos. Pero cuando miró bajo las sábanas descubrió que su hermano tenía una gran erección. Al chico le dio verguenza ser descubierto, pero fue lo mejor que pudo pasarle.
Ella al principio se echó las manos a la cabeza, pero solo por un instante. Casi inmediatamente le sacó el rabo y, con una cara de puta sonriente que hasta asustaba, le dijo que le iba a enseñar a follar con una mujer de verdad. Se la estuvo mamando un buen rato mientras su hermano alucinaba con lo que estaba sucediendo, aun ni se lo creía.
Después de la mamada se sentó sobre él y ella lo hizo todo, se puso a cabalgar sobre su rabo. Después su hermano quiso mostrarse también activo y la puso a cuatro patas para seguir follándosela hasta que al final se corrió en su cara sonriente y satisfecha.