La hija de la mucama se deja follar por dinero
Tiempo viviendo en ese país y ya pensó que había visto de todo, algo que nunca se debe pensar cuando estas en Asia, ya que ahí jamás nunca podrás haberlo visto todo aunque vivas miles de años. Y la sorpresa fue, que además de la madre, la hija de la mucama, también era una putita. La diferencia, además de la edad (que ya es mucho decir) también está el tamaño. La precocidad caracteriza a esas zorras y ahora, él sabe que ella también se deja follar por dinero. Obviamente, saca su billetes y luego le mete la polla en la boca para que empiece a trabajar como lo hace mamá.