La paciencia tiene su recompensa
Mucho amor, mimos y sobretodo paciencia, mucha paciencia, esa es la receta mágica para conseguir que tu chica te deje penetrarle su otro agujero, un agujero tan deseado por los hombres y tan prohibido que cuando lo prueban se vuelven completamente locos. Este Ruso supo muy bien llevarse a la novia a su terreno y aunque con miedo puesto que era su primera vez, le joven de los pezones blancos le dio el «si quiero».