Me dijiste que tenías la polla pequeña y no me iba a doler
Los engaños son comunes en las relaciones sexuales. Ningún hombre, en la historia de la humanidad, ha logrado ligarse a una zorra diciendo la verdad. Ya eso es razón suficiente para entender que aquí, y allá siempre habrá una mentira de por medio. Esta chica lo está descubriendo. —Me dijiste que tenías la polla pequeña y que no me iba a doler—, le dice mientras ya la tiene dentro del coño y no le queda más opción que dejar que la siga follando. Algo debió intuir en el momento que le estaba haciendo una mamada, pero sabemos que si fueran listas, entonces serian hombres.