Me gustan las chicas rubias, aunque sean de mi familia
Ella es mi hermanastra, una chica rubia espectacular. Desde que llegó a mi casa hemos tenido algún que otro desencuentro, es lo que pasa cuando personas que no se conocen de nada tienen que vivir juntas. Pero eso también tiene otras cosas a favor, yo soy un tío positivo y siempre encuentro lo bueno de cada situación. Y lo bueno es que iba a vivir con una tía buenísima y que además no era en realidad mi hermana.
Ya solo faltaba marcar el territorio, así que un día fui al que iba a ser su cuarto, me tumbé en su cama con mi polla dura en la mano y la esperé. En cuanto entró allí me vio, su cara de sorpresa lo decía todo. Pero yo sabía que se estaba excitando… y eso mismo me lo demostró un rato después, cuando ambos acabamos follando en su cama. Bienvenida a casa hermanita.