La mejor excusa para echar un polvo
Aquí da igual si eres hombre o mujer, si por una de aquellas te apetece echar un polvo de los buenos y no quieres esperar, es tan sencillo como simular una lesión y que tu entrenador o entrenadora personal se encargue de curarte. También depende de la capacidad que tengas para llevártelo a tu terreno y resulta obvio que esta zorra tiene muchas habilidades para acostarse con el tío que le salga del coño, por cierto, un coño de los más jugosos que he visto en años y que no para de lubricar de forma natural durante todo el polvo.