No quiere renunciar a la polla grande de su amante
Un chaval la trata como una princesa pero ella, en el fondo su corazón, entiende que la nobleza, no se divertía tanto como lo hacían las personas comunes. Sabe que la libertad de hacer cualquier cosa, era lo que hacía viable no tener sangre azul en esos tiempos. Porque no quiere renunciar a la polla grande su amante. No importan los regalos ni las joyas, ella solo quiere que ese hombre penetre su coño y seguir sintiendo todo lo que siempre mientras él la está follando. Es una necesidad que requiere satisfacer y no piensa renunciar jamás a eso porque es lo que la hace feliz.