Parecía una jovencita inocente, pero era una guarra
Algunas chicas parecen inocentes, que no han roto un plato en la vida. Pero luego en el fondo son unas guarras insaciables de sexo. Eso es lo que sucedió con la hija de los propietarios del piso que habían contratado a este transportista. Ella en principio solo debía indicar donde estaban las cosas, pero lo que hizo fue indicar que su coño estaba abierto de par en par. En el sofá del piso donde sus padres tenían pensado mudarse se folló al currante.
La chica el principio parecía tímida a la vez que guapa, pero pronto se soltó… más o menos en el mismo momento en el que se encontró una polla en la boca.