Quiero todo tu semen en mi coño
En ocasiones resulta chocante ver cómo chicas que parecen tan finas y modositas se vuelven tan zorras cuando tienen una polla entre manos. Viendo la dulce cara de esta preciosa rubita, nadie diría que se transforma en una auténtica puta cuando echa un polvo. En este caso podríamos decir que su «nivel de cerdería» es inversamente proporcional a la belleza de su rostro.