Se sorprende cuando ella misma le dice que tiene ganas de follar
Esta sentado en el sofá y rápidamente se tiene que levantar cuando ella entra. No sabe que quiere y tampoco sabe con qué saldrá esta. Ya no intenta adivinar porque siempre falla, entonces deja que las cosas pasen. Luego ya se sorprende cuando ella misma le dice que tiene ganas de follar. Incluso, se pone a hacerle una mamada de polla y en ese punto, no solo están aclaradas todas las dudas, sino que también, está claro que luego él mismo tiene que ponerla a cuatro para metérsela y empezar a darle placer a su coño. Y luego cambiar de posición hasta que ella este satisfecha.