Tío ya puedo montar tu polla grande
La emoción que tiene no se puede describir. Él la mira con esa sonrisa tan grande y tampoco puede entender que es lo que le pasa, hasta que se atreve a preguntarle sabiendo que es una mala idea. Ella misma le responde: —“Tío ya puedo montar tu polla grande”—, mientras empieza a hacerle una mamada. Él muy impresionado y dudando que sea verdad, deja que lo haga hasta que la tiene dura. Luego ella misma se monta a cabalgar y nota que su coño aguanta. No solo eso, parece que siente mucho placer y ya no le da miedo lastimarla. Puede follarla todos los días.