Tu me quieres follar, ¿Verdad hermanito?
Mientras ella estaba cambiándose en el cuarto de baño su hermano la espiaba. Finalmente la chica acabó por descubrirlo, era un pervertido. El muchacho se fue arrepentido por ser tan cerdo y acabó en su cama, ni tan siquiera se pajeó. Un rato después su hermanita llegó vestida y dispuesta para salir de marcha y se echó en la cama con él, simplemente para hablar de aquello. Pero la conversación acabó en temas sexuales, tal y como era de esperar. La zorra se le quedó mirando fijamente y se lo preguntó… ¿quieres follarme?. La respuesta del chico fue contundente, por supuesto que quería. Ella se sacó sus dos grandes tetas y se las enseñó mientras se reía, luego siguió desnudándose.
Una vez que estuvo sin ropa fue a buscar su rabo y se lo comió. Luego hizo lo que más le gustaba, poner el coño. En posición su hermano comenzó a follársela, fue una de esas folladas que jamás se olvidan, tanto por el hecho de ser hermanos como por lo buena que estaba la zorra. Al final la sacó y ella se la comió hasta que se corrió en su boca. Lo sorprendente es que a la chica le dio un poco de asco sentir la leche de su hermano en la boca.