Una pajilla antes de que llegue papá
En parte no es tan malo que nuestros padres nos corten el rollo cuando nos queremos hacer una pajilla, si tuviésemos toda la libertad del mundo para masturbarnos cuando quisiéramos, al final acabaríamos siendo unos obsesos del sexo y estaríamos todo el día dando caña a nuestras pollas y coños. Esta jovencita ha aprovechado un tiempo muerto mientras que su padre con el que vive desde que se divorció va a arreglar unos asuntos al banco. Lo bueno es que puede tocarse el coñito con tranquilidad porque en caso de que papá llegue antes de tiempo, basta con que se ponga unas braguitas y un sujetador y seguir haciendo ejercicios de estiramiento como si nada. Fijaos al principio del vídeo como brilla este chocho de 21 añitos, aún no se había bajado prácticamente las bragas y ya lo tenía húmedo y esto es precisamente de las cosas que más me gustan de las chicas jovencitas.